Guadalajara, conocida como la cuna del mariachi y el tequila, es una ciudad que combina a la perfección su rica herencia cultural con la modernidad y el dinamismo de una metrópoli en constante crecimiento.
El corazón de la ciudad, el Centro Histórico de Guadalajara, está repleto de plazas, iglesias coloniales, y edificios históricos que reflejan el pasado virreinal de México. Es un lugar perfecto para caminar y disfrutar de monumentos emblemáticos como la Catedral de Guadalajara, el Teatro Degollado, y el Palacio de Gobierno, que cuenta con murales de José Clemente Orozco.
Un pintoresco suburbio de Guadalajara, Tlaquepaque es famoso por sus calles empedradas, galerías de arte y tiendas de artesanía. Aquí, los visitantes pueden sumergirse en la cultura local, disfrutando de espectáculos de mariachi en vivo y probando comida típica en sus coloridos restaurantes.
A solo una hora de Guadalajara, se encuentra el Pueblo Mágico de Tequila, la cuna de la bebida nacional de México. En esta pequeña ciudad, los turistas pueden recorrer las destilerías más famosas, como José Cuervo y Sauza, y aprender sobre el proceso de elaboración del tequila, además de disfrutar de catas guiadas.
Este impresionante cañón ofrece vistas espectaculares y oportunidades para hacer senderismo y fotografía. Es uno de los secretos mejor guardados de Guadalajara para los amantes de la aventura. En la barranca, se pueden explorar rutas que van desde recorridos sencillos hasta rutas desafiantes para excursionistas experimentados.
Uno de los mercados más grandes de Latinoamérica, el Mercado San Juan de Dios es un lugar vibrante donde los turistas pueden encontrar todo tipo de productos, desde artesanías hasta ropa y comida típica mexicana. Es un sitio perfecto para conocer la vida local y probar antojitos como tacos, birria, y tortas ahogadas.